martes, 9 de julio de 2013



CAPITULO 1:
COMO COMENZÓ TODO

Era el año 1.999, 31 de Diciembre, y faltaba media hora para el 2.000 y, como festejo, el gran Konor Janes, rey del pueblo Wakipoude, había celebrado una fiesta en el valle de la montaña al que todos eran invitados. El invitado especial era un señor llamado Ject Crashed, el actor de las mejores películas de acción, por ejemplo: The End of the Moon, Break Shat and The Temple of Horror, Fight in the Space, The Destructor 1, The Destructor 2, The Destructor 3, etc. Ject Crashed no pudo ir debido a una enfermedad muy grave, tenía 42 de fiebre y se tuvo que quedar en su cama un largo tiempo. Pasaron un par de minutos, y en el valle de la montaña a todos les empezó a doler la cabeza y gritaban como locos y luego todos se fueron tirando al suelo todos amontonados sobre otros. Eso fue debido a un científico llamado Makes Llarm que le estaba haciendo pruebas a una carne de muerto para volverlo a la vida para que sea un nuevo ser humano. En pocos segundos, la carne de muerto se fue haciendo un líquido viscoso y Makes Llarm, sabiendo que era la infección de muertos vivientes, agarró un líquido adentro de un tubito tan cristalino, que parecía que el líquido estaba flotando en el aire. Luego tiró el líquido al piso (que era el antivirus), y luego la infección se había vaporizado y no quedaba nada. Al cabo de unos minutos, la infección había aparecido de nuevo y el científico creyó que era el fin, había tirado todo el antivirus al líquido, no le quedaba nada. Ya era tarde, la infección ya había cubierto todo el pueblo y nadie quedaba con vida. Entonces pasaron unos minutos y todos se habían transformado en muertos vivientes, los cadáveres salieron de sus tumbas y todo el mundo había quedado como muertos vivientes. Y ni uno había sobrevivido a tanta masacre. El Apocalipsis había comenzado.

CAPITULO 2:
EL COMIEZO DEL APOCALIPSIS

Luego de la muerte de los humanos, Ject Crashed se había despertado de un sueño pesado. Estaba todo oscuro y se sorprendió al ver que la luz de todo el pueblo estaba apagada, recién eran las 7:30 y la gente del pueblo Waikipoude se iba a dormir a las 8:00. Prendió una linterna y fue a tocar el timbre de sus vecinos y en ninguna casa atendieron. Luego, en una cabina telefónica, el teléfono sonó. Ject Crashed atendió y dijo: – Hola, ¿Quién habla? - Nadie atendió. Luego Ject Crashed colgó y el teléfono volvió a sonar. Entonces Ject atendió de nuevo y una voz maléfica y tenebrosa dijo – Tu te resistes, pero morirás – Ject no entendió de qué hablaba y se preguntó porqué dijo esa frase, “tú te resistes”. ¿De qué se resistía, si nada malo había sucedido? Luego, empezó a escuchar como un ruido tenebroso, que parecía de una de sus películas “The Apocalipsis Zombi”. Luego dio la media vuelta y aparecieron muchos hombres que se dirigían hacia él como si lo quisieran devorar. Ject se fue corriendo a su casa y fue a buscar sus armas porque creyó que era un ejército de borrachos. Agarró todo su armamento y fue a matar a esos borrachos. Salió de su casa disparando a cada zona. Cada vez que veía a una de esas cosas les disparaba. Lo que no entendía era que no moría ninguno hasta que llegó a un callejón sin salida. Ject creyó que era el fin. Cuando esas cosas lo tenían rodeado, Ject se apoyó en el muro del callejón sin salida y cuando se apoyó, sin que se diera cuenta apretó un botón que permitía abrir una puerta escondida y entró. Cuando entró, todo estaba destruido, todo tirado en el suelo y todo sucio. En el piso encontró una cinta grabada por el comandante de un laboratorio llamado CDE, o sea, CORPORACION DE EXPERIMENTOS. Puso la cinta en una pantalla plana y en el video decía: "Saludos, misterioso amigo, he grabado esta cinta para advertirte que estos humanos que enfrentas son totalmente sobrenaturales. Y la única forma de matarlos es con un disparo en la cabeza. Este es el Apocalipsis Zombi. Si quieres sobrevivir, ve al cuartel de armas. Ahí encontraras todo tipo de armas y termina el Apocalipsis. Cambio y fuera". Luego de escuchar el video, Ject Crashed fue al cuartel de armas y agarró todo lo necesario para detener el apocalipsis. Cuando salió de la CDE, no había ningún muerto viviente por la zona. No se dio cuenta de que los zombis estaban en los techos de todas las casas. De pronto, un zombi se lanzó contra él y lo mordió. Ject gritó como un desaforado insultando al zombi y luego le disparó. Ject entró de nuevo al cuartel y encontró un antídoto, similar al que usó Makes Llarm para deshacer la infección. Lo malo es que se olvidó de cerrar la puerta del cuartel y ahí entraron los zombis. Ject vio que entraron y se tomórápido el antídoto y les empezó a disparar en la cabeza. Mató a todos y luego salió del cuartel de CDE y lo que vio al salir, se quedó llorando como loco. Su propia esposa estaba infectada devorándose a su hijo que había sobrevivido. Entonces, su esposa, llena de sangre en la boca se dirigió hacia Ject. Ject no tuvo más remedio que dispararle en la cabeza, así que preparo la pistola, elevó el arma y le dio un tiro en la cabeza. Luego tiró el arma al piso y se puso a llorar. Nunca se había sentido tan mal.

CAPITULO 3:
EL SECRETO ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE

Luego de matar a su esposa y llorar tirado en el piso, Ject siguió caminando. Tenía la cara pálida, como si fuera uno de ellos. Caminó y caminó, con un solo propósito, encontrar un hogar y relajarse. Cuando llegó a la calle Uape Junior, encontró una casa en perfecto estado, como si nada hubiese pasado allí. Luego entró, se recostó en un sillón y tomó una siesta. Cuando se despertó, escuchó que la manija de la puerta se estaba abriendo. Se escondió detrás de uno de los sillones, y esperó que el sujeto entrara. Cuando el sujeto entró a la casa, Ject hizo el mayor silencio posible. Luego se levantó y dijo – Pon las manos en alto. ¿Qué haces aquí, extraño? Acabo de encontrar esta casa. El señor no entendía que sucedía. Luego dijo - Me llamo Daves Janes, hijo del rey Konor Janes, ¿No tratarás de matarme, o me equivoco? - Lo lamento mucho, señor Daves Junior, creí que era uno de ellos. Daves no sabía de qué hablaba Ject. Eso significaba que no sabía sobre los zombis. Luego Daves le preguntó – ¿De qué estás hablando? Todo está en orden, en la ciudad casi no hay nadie, solo me encontré con un hombre que me quería morder y le tuve que disparar, creí que era un borracho. - Pero… no entiendes, son zombis. Es el comienzo del Apocalipsis, y los zombis reinan aquí. Dijo Ject - No digas pavadas, aquí está todo bajo control. Mientras mi padre siga vivo, todo estará bien. Luego, la puerta se abrió. De la sombras salió la figura de un zombi y se lanzó contra Ject. Ject utilizó todas sus fuerzas para sacárselo de encima. Luego agarró el arma y le disparó y Ject se levantó del suelo que el zombi lo había tirado. ¿Qué era eso? Parecía una cosa rara… - No tuvo tiempo de terminar la palabra y Ject le  dijo – Un muerto viviente, era un muerto viviente. Si quieras sobrevivir, toma este arma y dispárales en la cabeza. Pero recuerda, solamente en cabeza. - Entonces solamente en la cabeza, eh, buena idea, te ayudaré a matar a esos zombis. Luego se fueron a dormir. Ject dormía en el cuarto más pequeño y más calentito. En cambio, Daves dormía en el cuarto más grande y más frío. Ject tenía sueños horribles, eso permitía que se levante cada dos minutos en frente de la ventana, todo traspirado. A la mañana siguiente, los dos salieron a matar zombis. Cada uno que veían lo mataban, en especial si fuera un amigo a un conocido. De pronto, un zombi los atacó de sorpresa y mordió a Daves. - ¡Rápido, toma el antídoto! – Gritaba desesperado Ject. Luego Daves lo tomó y mataron al zombi. – Tuviste suerte, de no ser por eso hubieses muerto. Pero ten cuidado, hay muchos más zombis por adelante, así que ten cuidado. Nunca se sabe por dónde vienen, pero por ahora, nos queda más de la mitad del antídoto, tenemos suficiente. Luego fueron al Valle De La Montaña y cuando llegaron no había nadie. Cuando entraron al cuarto secreto estaba lleno de sangre. Entonces sintieron que una baba pegajosa y gelatinosa les chorreaba en las cabezas. Cuando miraron arriba, veinte o treinta zombis colgaban de los techos. Todos se lanzaron al suelo y los rodearon. Los dos se asustaron mucho porque sus armas las habían dejado en la puerta principal del Valle De La Montaña. Los dos se dijeron adiós hasta que de pronto, una sombra veloz mató a todos tan rápido que Ject y Daves ni lo vieron. Los dos se miraron pensando que los zombis eran falsos. Luego, la figura del ser misterioso se presentó. Era un hombre muy fuerte, tenía el cuerpo y la cara llenas de sangre hasta que habló y dijo – Me llamo Gegth Loifon, uno de los mejores soldados de la CDE, protector de los humanos que necesitan ayuda. ¿Ustedes quiénes son? ¿Cómo se llaman?
- Yo soy Ject Crashed y el es Daves Janes, somos amigos, nos conocimos ayer. ¿Tú sabes porque esos inocentes humanos se transformaron en zombis?
- Si, lo sé, y eso lo hizo un amigo mío llamado Makes Llarm, un científico que le estaba haciendo pruebas a una carne de muerto para volverlo a la vida para que sea un nuevo ser humano. Pero por accidente, la carne de muerto se hizo polvo y se transformó la infección. Luego, mi amigo falleció y se transformó en el rey de los zombis. No sé nada más. Solo que la guarida de los muertos vivientes está  bajo el suelo. Eso significa que la guarida de los zombis está debajo de nuestros pies.
- Eso es fabuloso, comencemos a excavar - dijo Ject. Luego comenzaron a excavar hasta que llegaron a la guarida. De un susto millones de zombis salieron de la tierra y los rodearon. Los tres sacaron sus armas y empezaron a dispararles pero ninguno moría aunque les disparaban en la cabeza.
Son zombis subterráneos, están hechos para ser invencibles. Solamente se les puede matar con mil tiros - dijo Gegth. Eso no me importa, yo solo los mataré - dijo Ject. Luego se lanzó hacia los zombis subterráneos y les clavó un cuchillo en el ojo.
– En el ojo, se les mata con un cuchillazo en el ojo – y todos sacaron sus cuchillos y se los clavaron en el ojo. Cuando mataron a todos, una niebla negra los agarró y los cubrió. Los tres gritaban y no podían respirar. Luego, una voz terrorífica, similar a la que le hablo a Ject en la cabina telefónica, habló.

CAPITULO 4:
LA LUCHA CONTRA EL REY DE LOS ZOMBIS

Ustedes morirán. No importa cuánto se resistan, morirán – decía la voz.
- Ven y pelea como hombre – dijo Ject. Luego, apareció el hombre de la voz. Todos se sorprendieron al ver al gran rey de los zombis. Tenía la cara pálida, con todos rasguños, sus manos eran negras, medía unos dos metros, su boca era deforme, llena de sangre, su cuerpo estaba todo chueco, tenía muchos músculos. Eso lo dejaba demostrar que era el rey de los muertos vivientes. - ¡Makes Llarm, amigo mío!, ¿Por qué haces esto? - dijo Gegth.- ¿Me preguntas por qué? Bueno, te lo diré. Tú me mandaste a hacer ese experimento, pero yo me negué. Traté de que parezca que lo hice pero no, lo que pasó fue que la infección que me dijiste que haga era imposible de destruir una vez que lo hagas. Así que me transformé en el rey de los muertos vivientes. Y solo me enfoqué en una cosa, conquistar a los muertos vivientes y vengarme.
- Eso es una locura. Yo te dije que inventes un experimento para que a todos les dé la sensación de que eran muertos vivientes – dijo Gegth. - Eso no importa, los mataré a los tres y gobernaré el mundo y los zombis gobernaran.
Los tres comenzaron a pelear contra el rey de los zombis. Gegth era el único que se quedaba pensando en su amigo. Nunca se había sentido tan mal hasta que recordó todas las veces que su amigo lo burlaba por no saber experimentos. Entonces Gegth se concentró y peleó. Primero el rey de los muertos atacó con un vómito que a todos los dejó ciegos. Luego, Gegth, Ject y Daves se limpiaron el vómito que les había vomitado el rey de los zombis y atacaron al mismo tiempo. Gegth le cortó un brazo, Ject el otro, y Daves le hizo miles de tajos que eso permitió que el rey de los muertos vivientes cayera al suelo. Entonces, a los dos minutos, el cuerpo del rey de los muertos vivientes se levantó. De sus brazos cortados salió un chorro de sangre tan ardiente que quemaba todo como el ácido. Luego le crecieron unos nuevos brazos y agarró a Gegth y dijo – Ahora mi venganza estará completa. Te mataré a ti y a tus amigos. Luego, el rey de los zombis, con su magnífica fuerza, tiró a Gegth contra la pared y agarró un pedazo de metal gigante y lo lanzó contra Ject y Daves. Ject y Daves lo esquivaron y le empezaron a tirar tiros en su cabeza. - ¡Lo estamos debilitando, sigamos tirándole tiros en la cabeza! - dijo Ject. Luego empezaron a dar vueltas por el alrededor del rey de los zombis y lo marearon. Entonces (mientras el rey de los zombis estaba mareado), Ject se subió a su cabeza y con sus dos espadas, le cortó la cabeza. – Gegth, estás bien – dijo Daves. - Matamos al rey de los zombis – dijo Ject. – El Apocalipsis ha terminado. El mundo ha vuelto a ser como antes.
- Eso es fabuloso – dijo Gegth. – Ustedes me han derrotado, pero yo soy más fuerte que ustedes, humanos. Volveré, me vengaré – dijo el rey de los zombis antes de morir. Y de repente, desapareció. Entonces, pasó un rato y la tierra tembló, el suelo se abrió, y un millón de zombis aparecieron. El Apocalipsis recién había comenzado.

CAPITULO 5:

EL COMIENZO DE LA NUEVA ERA.

Lucharon y lucharon hasta el amanecer. Hasta que de pronto, un zombi saltó y se tiró encima de Gegth y lo empezó a morder. Gegth se lo sacó de encima y le disparó en la cabeza. - ¡Ponte el antídoto, rápido! – Le dijo Ject. Cuando Gegth tomó el antídoto, empezaron a disparar y mataron a la mitad de los zombis. - ¡Vamos, los zombis nos persiguen, y son más que nosotros! ¡Retirada! – dijo Ject. Se fueron y volvieron a su hogar. Luego se recostaron y en distintos cuartos y durmieron. A la mañana siguiente, desayunaron y hablaron entre ellos. A las dos palabras, millones de zombis entraron e invadieron la casa. Ellos no tenían más remedio que incendiar la casa. Luego la incendiaron y se fueron a buscar otro hogar. Todos los lugares que encontraron estaban llenos de zombis, o sea que tuvieron que abandonar todos los refugios que encontraban. Hasta que de pronto encontraron un laboratorio de la CDE que estaba libre, no había ni un solo zombi. – Bienvenidos al laboratorio de la CDE – dijo una voz de una de las computadoras del cuartel principal. Luego vieron un tubo de vidrio que adentro estaba una cosa rara como si fuera un monstruo de cuatro patas. – Activar escape de la criatura Morst – dijo la voz de la computadora del cuartel principal. De pronto, el tubo se rompió y salió el monstruo y se fue corriendo. – ¿Qué era eso? Parecía una bestia rara… - dijo Daves. Luego, del cuartel general, hubo unos gritos como si alguien estaría muriendo. Entonces la computadora dijo – Era uno de los primeros experimentos fallidos de la CDE. Y ya que se devoró a alguien, evolucionará.
- Lo que faltaba, primero los zombis, después los zombis subterráneos, después el rey zombi, y ahora esto. Esto jamás tendrá fin. Bueno, no importa, vayamos a matar a ese monstruo. Entonces fueron a matar a la bestia. Cuando la vieron, su boca estaba llena de sangre, su cara pálida, todo sin piel, sus garras eran tan filosas que cortaban todo, y sus ojos estaban hundidos adentro de su cuerpo, parecía que no tenía ojos. Luego se fue contra ellos corriendo a una velocidad extrema pero lo esquivaron. Luego se fue contra ellos otra vez y rasguñó a Gegth. – ¡Mi brazo, mi brazo me arde! – gritaba Gegth le disparó con un lanza misiles. Gegth encontró un liquido que le podía curar la herida en vez de transformarse en una bestia. Cuando se curó le dijo a Ject y a Daves que tenía un plan. Cuando se los contó, dijeron juntos, – A la una, a las dos y a las tres – Juntos le dispararon a la bestia con un lanza misiles y la destruyeron. – Al fin derrotamos a esa cosa – Dijo aliviado Daves. – Si, lo logramos, pero estoy seguro de que hay muchas cosas más peligrosas que esta. Esta la derrotamos muy fácilmente, supongo que esto solo era una bestia de prueba. Luego mandarán a la verdadera.

CAPITULO 6:
1.001 MUERTOS

Siguieron buscando un hogar hasta que encontraron una cabaña en perfecto estado. Cuando entraron, un montón de luces estaban prendidas, y Ject dijo – ¡Hola, hay alguien en casa! – Nadie contestó. Eso significó que se quedaron en la casa un rato largo. Al amanecer, se despertaron, hicieron unos panqueques, y hablaron sobre cómo detener el Apocalipsis. Entonces la puerta se abrió (obvio que todos creyeron que era un zombi), y todos sacaron sus armas. Cuando se abrió por completo, apareció la figura de un hombre. – Oigan, ¿Qué hacen?, yo no soy un zombi – dijo el hombre desconocido. – Gracias a Dios, casi me muero de un infarto – dijo Daves.
¿Tú sabes sobre los muertos vivientes, no? – dijo Gegth.
- Claro que sé, y qué suerte que no eran zombis.
Nos presentaremos, el es Gegth, el otro es Daves, y yo soy Ject. ¿Tú cómo te llamas?
- Yo me llamo Wabes Megt, uno de los mejores amigos del señor Konor Janes desde cuando éramos pequeños. O, casi me olvido de decirles de los 1.001 muertos.
- ¿Qué es eso de los 1.001 muertos? – dijeron todos a la vez.
Es una clave para que los muertos terminen su reinado y vuelvan a sus tumbas o vuelvan a ser humanos. Se llama los 1.001 muertos porque literalmente, los muertos vivientes son 1.001 en total. La clave es: 3071984632.
- Con que hay una clave para que los muertos terminen su reinado y vuelvan a sus tumbas y vuelvan a ser humanos, eh. ¿También funciona con los zombis que han muerto? – dijo Ject.
- Me temo que no, pero hay un antídoto bajo tierra que puede revivir gente ya muerta. – dijo Wabes.
- Genial, al fin mi familia estará completa. – dijo Ject. Caminaron y caminaron hasta que Wabes dijo – Es ahí, ahí es donde encontraremos el mapa de los 1.001 muertos, en la vieja cabaña. 
Cuando entraron, vieron todo destruido. - Separémonos para encontrar el mapa - dijo Wabes, y todos asintieron. Mientras Gegth buscaba por una habitación, un zombi lo tomó por sorpresa y lo mordió. Entonces, rápido de reflejos, Gegth lo tomo de los brazos y lo lanzó contra la pared (ya que todos dejaron sus armas en la casa) y el zombi murió. Entonces Ject entró al cuarto y le preguntó – Oye, ¿Qué te pasa amigo, te sientes mal? Estabas gritando tirado en el piso, y creí que algún zombi te había mordido.
No, no me pasa nada, nada más estaba gritando por un cosquilleo que sentía, pero no me pasa nada.                                                                                                                                                    Luego todos se fueron ya que Wabes se equivocó de lugar confundiéndose con la Casa Blanca. Pero nadie se enteró de que Gegth estaba mordido.

CAPITULO 7:
UN NUEVO DÍA DE MUERTOS SE AVECINA

Buscaron y buscaron para averiguar en donde estaba el templo de los 1.001 muertos hasta que Gegth dijo – Oigan chicos, creo que me siento mal, creo que vomitaré, pueden parar el auto.
- Claro que sí. Wabes, Gegth se siente mal para el auto.                                                                       
Cuando pararon el auto en el medio de la nada para que Gegth vaya a vomitar, todos lo acompañaron. Cuando Gegth vomitó, todos se sorprendieron al ver lo que vieron. - ¿Acaso has vomitado carne humana? No me digas, ¿Un zombi te mordió? – dijo Ject, sorprendido y a la misma vez, asustado.
- Claro que no. Estuve tranquilo y quieto desde que entré al auto, ¿Por qué dices eso?
- No te creo. Voy a ver si te mordió en la espalda, aquí está rojo. Gegth creyó que le iban a tirar un tiro en la cabeza. Ject se fijó si estaba mordido y antes de que se fijara, Gegth, con la cara pálida, se lo sacó de encima y se acercó a Ject para morderlo. – ¡Es un zombi, ha sido mordido por un zombi! – dijeron  todos a la vez, aterrorizados al ver que, uno de sus amigos supervivientes, haya terminado como un zombi. Entonces, Ject, más triste que nunca (a pesar de todas las veces que creía que se sentía peor que nunca, esta vez se sentía peor), elevó el arma y le disparó a Gegth en la cabeza. Todos se pusieron muy tristes y lloraron diciendo la frase, “Hemos perdido a uno de nuestros mejores guerreros de nuestro grupo y a uno de nuestros mejores amigos”. Hasta que luego, el cuerpo de Gegth se levantó y Ject dijo – Muere, esfúmate o te dispararé. Entonces Gegth dijo – ¿Qué pasa? ¿Dónde estoy? ¿Quiénes son ustedes? – dijo Gegth, y todo se preguntaron qué pasaba hasta que Daves dijo – Somos tus amigos, ¿no nos recuerdas? Ject, Daves y Wabes. Te conocimos hace dos días.
- No los recuerdo. Solamente recuerdo que salí de ese auto y me dispararon, pero sigo con vida. Pero, la pregunta es, ¿Cómo llegué hasta aquí?
- Bueno, es simple – dijo Daves – Primero, salimos de la vieja cabaña, luego nos fuimos de allí y al final…
- Espera no digas más, creo que empiezo a recordar – interrumpió Gegth. Luego, de la tierra salieron miles de zombis subterráneos. – ¡Está recordando el tiempo de que lo rodearon los zombis! ¡Cada vez que más recuerda, más zombis aparecerán! – dijo Wabes, y que sabe mucho sobre los pensamientos. Entonces, Ject lo empujó y lo tiró al suelo. – ¡Oye, que te pasa, estaba recordando todo! – gritó Gegth, muy enojado.
¡Mira, estás trayendo miles de zombis subterráneos para aquí, debes parar! – le dijo Ject a Gegth. Entonces, Gegth recordó todo lo que había pasado con sus amigos y dijo – No teman, amigos, yo los protegeré -, y a matar a todos los zombis subterráneos. Cuando los mató a todos, les tuvo que decir a todos algo que no iban a poder creer. Y dijo – Amigos, les quiero decir algo, aunque no me crean, pero se los diré. Solo son dos palabras, somos hermanos, pero no desde que nacimos. Gracias a nuestra amistad nos comportamos y  nos protegimos como si fuéramos hermanos nuestra sangre se dividió entra cada uno de nosotros, o sea que yo tengo la sangre de todos ustedes, y ustedes lo mismo. Yo siempre creí que íbamos a ser amigos, pero terminamos siendo, hermanos. Después se escuchó una voz malévola y dijo – ¿Con que son hermanos, he?, pero yo he vuelto más fuerte que nunca. Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.
- ¡¿Quién eres, maldito infeliz ¡?, ¡¿Y qué haces aquí?¡- dijo Ject.
- Tú ya me conoces. Yo soy el rey de los zombis, y me vengaré por la última vez que nos encontramos. Ahora mi plan será exitoso. Ya que retomé todas mis fuerzas, los destruiré.
- ¿Pero como lograste sobrevivir, te corte la cabeza? – le preguntó Ject.
- Bien, te lo contaré. Cuando me mataste, todos mis queridos y abominables zombis subterráneos me hundieron en la tierra. La tierra muerta se me entró en el cuerpo y me revivió. Retomé la fuerza de los muertos y de la oscuridad para hacerme más fuerte. Me enfoqué en un solo objetivo, dominar el poder de los muertos y vengarme. Pero pensándolo bien, ahora no me quiero vengar de ti, Gegth, sino de ti, Ject. Primero mataré a tus amigos y luego aprovecharé la batalla final.

CAPITULO 8:
LA BATALLA A LOS MUERTOS Y LA VENGANZA DEL REY DE LOS ZOMBIS
Ahora que te parece si empezamos a luchar, he. Pero antes que nada, comenzaremos con luchas de a uno. ¿Entienden? Bueno, comencemos a luchar, ¿Quién es el primer voluntario para luchar? – Dijo el rey de los zombis. El primer luchador fue Gegth (que el rey de los zombis quería que Ject sea el último luchador), pues era el único en atreverse. El primero en atacar fue Gegth. Primero agarró un fierro tirado en el piso y le empezó a golpear en todo el cuerpo. El rey de los muertos vivientes los esquivaba. O casi cuando lo   Gegth iba a golpear se defendía y lo atacaba con un golpe. – Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ¿Creíste que con ese fierro me ibas a matar? Pues no, te equivocas, yo ya soy más fuerte. Ahora es mi turno, ¡Muertos, levántense, salgan de sus tumbas y maten a este tipo! – Dijo el malvado rey de los muertos vivientes. Luego, los zombis llegaron y todos se tiraron encima de él. Empezó a dispararles y mató a más o menos 27 o 28 muertos. Entonces, se había olvidado que tenía muy pocas balas y entonces se le acabaron. - ¡Ayúdenme, amigos, me van a morder! – Gritaba Gegth.
Vamos, ¿No quieren salvar la vida de su amigo? – Les dijo el rey de los zombis, sonriendo. – Miren que en menos de diez segundos será uno de los míos – Les seguía diciendo el gran zombi. Entonces, Daves se lanzó contra los zombis y les empezó a disparar y mató a todos. - ¿Estás bien? ¿Te mordieron? ¿Pasó algo? – Le preguntaba Daves. – Que gran espectáculo. Me parece que el siguiente serás tú, Daves. El que entro cuando no debió entrar, luchara contra mí. – Se burló el rey de los muertos vivientes.
Bien, lucharé contra ti, maldito rey de los bobos. – Le respondió Daves, furioso.
Esta vez comenzaré yo de acuerdo – Le dijo Makes Llarm a Daves. – Muy bien, comencemos – Hablo Daves. Comenzó Makes dándole una patada en la panza que lo echó volando a Daves. Daves agarró su metralleta y le disparó por todo el cuerpo pero ni un rasguño. Entonces, el gran rey de los muertos vivientes le echó un rayo de esqueletos (que literalmente era como una red que te atrapaba) que atrapó a Daves. Entonces Daves fue derrotado. Gegth y Daves quedaron los dos llenos de sangre y muy mal heridos. El siguiente era Wabes. Esta vez comenzó atacando Wabes y, como tenía mucho armamento, le tiró una bomba. Todos gritaron diciendo la palabra “victoria”, hasta que apareció una sombra. La sombra se presentó y todos descubrieron que el rey de los zombis seguía vivo. Entonces el rey atacó con un rayo de mordida de zombi y le aserto justo en el brazo. Todos le dijeron que tome la última gota del antídoto y así siguió viviendo. Ahora era el turno de Ject. Los dos comenzaron a atacar. Ject y el rey de los zombis se movían igual, si Ject pateaba, el rey de los zombis también pateada, era como si fuera un espejo. Hasta que Ject le disparo con una ametralladora y al rey de los zombis se le salió una mano. – ¡Aaaaaaarrrrrrrrrgggggggg, ¡¿qué me has hecho, me sacaste la mano?! – Gritó el rey de los zombis. Entonces, unos látigos de carne le crecieron de la mano cortada. Y con esos látigos, agarró a Ject y lo lanzó contra la pared. Y el rey de los zombis lo volvió a agarrar y Ject aprovechó para cortarle los dedos. Mientras el rey de los zombis estaba distraído, Ject le empezó a hacer tajos por todo el cuerpo y luego le lanzó el cuchillo a la cabeza y entonces el rey de los zombis dijo – ¡Imposible, no me pudieron haber matado, los muertos no mueren, jamás los perdonaré por esto, jamás los perdonaré! – y entonces, desapareció. – Matamos al rey de los zombis, pero los muertos vivos siguen viviendo, así que hay que prepararse. Los zombis volverán a atacarnos.
CAPITULO 9:
UNA NOCHE MISTERIOSA
Cuando mataron al rey de los zombis, una sombra apareció. Entonces millones de sombras iguales a esa aparecieron. Esas sombras eran las suyas, pero se movían como si se controlaban solas, como si fuera la sombra de un zombi. Entonces, las sombras se levantaron como si fueran humanos y se lanzaron contra ellos. Ject, Wabes, Gegth y Daves las combatieron pero no las mataban, porque sus manos o sus pies las atravesaban. Hasta que Wabes dijo – Ya entiendo, para derrotar a las sombras debemos usar las nuestras. O sea que nuestra sombra se debe encargar de esto – Entonces todos prepararon sus sombras para derrotarlas. Ject atacó a su sombra enemiga, Daves a la suya, Gegth a la suya y Wabes a la suya. Entonces cada uno derrotó a cada sombra y se fijaron que eran las sombras en realidad. Al final no eran sombras, sino que eran unas copias de ellos pero en zombis pero… eran fantasmas. - ¿Qué? ¿Quién hizo esas copias de nosotros? Más bien, ¿Cómo se les ocurrió? – Habló Daves. Pensando en lo sucedido, todos se fueron a la casa. Se sentaron y comieron un poco de ciervo muerto, (ya que no había vegetales y además que el súper estaría infectado de zombis). Entonces, unos ruidos se oyeron en la puerta. Entonces, la puerta se abrió y millones de zombis entraron a la casa. – ¡Oigan, salgamos de aquí! – Gritó Ject, temblando del miedo. – ¿Estás loco? Yo no voy a huir, yo me quedo peleando para salvar nuestra casa – Le respondió Gegth. – Bueno, ustedes quédense aquí, pero me voy – Le dijo Ject. – Yo tengo un mejor plan que matar zombis y mojar todo el piso de sangre, la sangre de los muertos tienen infección – Entonces se fue de la casa por la puerta trasera. Agarró un tacho lleno de gasolina y la lanzó contra la casa, agarró un poco de fuego y dijo – Lo lamento chicos, pero así solamente van a quedar 500 zombis por matar, me gustó estar con ustedes – E incendió la casa con una llama enorme que permitió que mate a todos los zombis y a sus amigos. Estuvo muchísimos días sin casa y matando a zombis sin parar, hasta que un día, algo pasó. Estaba caminando por un callejón sin salida y escucho que unos zombis se acercaban a él. Lo tenían rodeado hasta que aparecieron tres sombras y mataron a todos los zombis. Ject se acercó para ver quiénes eran esas sombras y cuando la vio, creyó que estaba soñando, sus tres amigos estaban frente a él. Daves, Gegth y Wabes estaban enfrente de Ject. – ¿Como sobrevivieron al incendio? Se quemó toda la casa – Preguntó Ject. – Es fácil. Primero nos dimos cuenta de que tu plan era incendiar la casa  porque te vimos que llevabas un tacho de gasolina y un poco de fuego, así que cuando saliste de la casa, matamos a los mayores zombis posibles y salimos de la casa. Los zombis murieron y nosotros quedamos con vida – Le respondió Daves. – ¿Por qué no me lo dijeron antes?, me asusté un montón – Les preguntó Ject. – Es que te queríamos hacer una broma, ¿No podemos? – Le respondió Wabes. – Bueno, si me pueden hacer una broma, pero no de que mis hermanos mueran – Les dijo Ject. Entonces, un temblor hubo en la tierra, como si fuera un terremoto y ya que  era de día, el cielo se nubló y se puso de noche. Los zombis las habían hecho una trampa.

CAPITULO 10:
EL LABORATORIO MISTERIOSO
Del cielo cayeron mil zombis tirándose encima de ellos. Los hermanos se defendieron con sus armas disparándoles en la cabeza y derribaron unos cuatrocientos o quinientos zombis. Un zombi lo agarró de del brazo a Daves pero él se lo sacó de encima tirándolo al suelo. Los cuatro pelearon con todas sus fuerzas (ya que los zombis estaban muy furiosos porque estos habían matado a su líder), hasta que a Wabes se le ocurrió una idea fabulosa. Su plan era que Daves, Ject y Gegth se quedaran matándolos y Wabes vaya a su laboratorio a hacer un antivirus que transforme a todos en humanos. Pero cuando intentó escapar siete zombis lo rodearon. Pero Gegth ayudó a su hermano y les disparó a los siete zombis en la cabeza. Entonces Wabes se fue a hacer el antídoto, pero cuando se fue un km adelante, los tres hermanos escucharon un grito de él. Mataron a todos los zombis y fueron a ver qué sucedía. Cuando llegaron, vieron a veinte zombis saliendo de la puerta principal de laboratorio persiguiendo a Wabes (que no tenía arma). Ellos lo ayudaron matando a todos los muertos vivientes. Entonces los mataron a todos y entraron al laboratorio. De repente en el pasillo de entrada al cuarto de experimentos un humo verde se apoderó del laboratorio. Era la infección. - ¡Pónganse estos trajes que son aprueba de esta infección, rápido! – Les gritó Wabes a sus hermanos. Entonces se lo pusieron y un montón de muertos caminantes aparecieron y empujándose unos entre otros, corrieron con furia hacia los cuatro. Ellos no podían ver nada por el humo y mientras los zombis corrían hacia ellos, un ruido ensordecedor sonó en el laboratorio y las lámparas se cayeron del techo incendiando el piso. – ¡Rápido, olvidemos a los zombis y entremos al cuarto de experimentos! – Gritó asustado Ject, mientras se acercaba a la puerta. Con rapidez entraron y entonces vieron a un hombre preparando un experimento. - ¡¿Qué, cómo llegaron a mi guarida?¡, ¿¡Como vencieron a mi rey de los zombis y a los muertos vivientes que he hecho!? – Rugió el hombre con voz maligna. – Un momento, reconozco esa voz, me hace recordar a… no puede ser ¡Tu eres Makes Llarm! – Dijo asombrado Gegth. – Así es, mi fiel compañero Gegth, yo soy Makes Llarm. Se preguntan cómo puedo ser yo si estaba en frente de la infección ¿No? Les voy a decir como sobreviví. Antes de que preparara la infección, construí un clon mío para que creyeran que era yo, me puse un traje a prueba de la infección y construí mi ejercito de zombis. Capturé un zombi y lo modifique para que parezca el rey de los zombis. Y por último, mis zombis tenían en sus mordidas unos aparatos que me enviaban la fuerza del que tenían cada uno de ustedes, y solo me falta el de Wabes, la inteligencia suprema, así que ¡Zombis, muerdan a este humano! – Entonces un zombi lo atacó de sorpresa y lo mordió. Tuvo que tomar la última gota del antídoto para no ser un zombi - ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ahora la fuerza de todos ustedes será mía! ¡Ya no hay nada que puedan hacer! – Habló contento Makes Llarm. Entonces, copió la fuerza de ellos haciendo un líquido que si lo tomas, tienes la fuerza de cualquiera. Lo tomó y se empezó a hacer más fuerte, más inteligente, más rápido y más escurridizo. – Vamos, ¿no quieren combatir contra alguien que tiene su misma fuerza? – Dijo Makes. Wabes vio el antivirus en una mesa de metal y dijo – Oye, tú, ¿acaso no cuidas bien tus cosas? Aquí está el antivirus, ¿qué tal si lo tiro por las alcantarillas llenas de la infección – Y las tiró. – ¡No, no, mi antivirus! Has arruinado todo, lo tengo que ir a buscar con mi traje robótico aprueba de la infección – Gritó desesperado Makes, y se puso el traje y entró a las alcantarillas. – Al fin se fue, no sobrevivirá, el metal también se puede infectar – Dijo aliviado Wabes. Pero de repente, de las alcantarillas salió Makes Llarm, pero no era el mismo de siempre, ahora el traje robótico lo gobernaba, se había transformado en un robot infectado, pero inteligente. Ahora podía tirar unos rayos que tenían infección de sus manos. - ¿Qué me han hecho? Ahora soy un robot infectado           – Rigió furioso Makes, y dijo otra frase – Ahora los infectare y serán zombis para siempre, malditos – Entonces, elevó las manos y les empezó a tirar rayos de infección. Los hermanos esquivaron los rayos lo rodearon y lo empezaron a marear. Wabes (como era el más inteligente del grupo) vio el antídoto colgado en su espalda. Se acercó y agarró el antídoto y le dijo – Oye, ¿no querías ser un humano común y corriente? Mira, tengo el antídoto – Y entonces se lo tiró en la cabeza y Makes Llarm volvió a ser humano.                 – Imposible, no puede ser que me hayan derrotado, no puede ser, construiré un arma que los transformara en zombis – Se quejó Makes. – No creo que construirás esa arma, porque con mis hermanos hemos pensado que te llevaremos a un lugar donde esté repleto de zombis y que te coman, o si no puedes vivir pero si detienes el apocalipsis – Le dijo Ject.
Ya no hay antivirus, lo acabaron todo – Les respondió Makes.
Entonces te dejamos vivir si nos dejas de molestar – Le dijo Daves. Entonces buscaron una casa y encontraron el lugar ideal. Entraron y durmieron una siesta después de matar tantos zombis. Pero Makes les había engañado, iba a mandar más zombis para matarlos de una vez por todas.


CAPITULO 11:
UNA TRAICIÓN DE HERMANOS
Ninguno de los hermanos se esperaba que Makes Llarm fuera a ser un humano (ya que siempre les engañó con el rey de los muertos vivos). Pero Wabes habló y dijo algo muy tonto para que sea alguien muy inteligente – Era obvio, ¿ninguno se enteró que Makes Llarm no pudo haber hecho algo tan tonto como para sacrificarse con un experimento? Se re notó que sobrevivió, mi lide… - paró un segundo antes de decir la palabra completa – Quise decir, mmmmm…, los científicos  siempre cuando hacen un experimento que nunca hicieron usan un clon de ellos de prueba – Respiró aliviado por no decir la palabra que dijo en la frase. Ject se preguntó qué quiso decir al decir la palabra “lide”. Entonces, a la noche Wabes se despertó de la cama y se fue al sótano. Ject se despertó y fue a ver qué  tramaba su hermano. Wabes llegó al sótano y vio que tenía una caja gigantesca de acero y adentro había unos 12 muertos vivientes. Ject se preguntó que tramaba su hermano. Wabes sacó de su bolsillo un comunicador y dijo – Ya es hora, estos tontos se durmieron, sacaré a los zombis de la caja, mi líder Makes Llarm, cambio y fuera – Wabes cortó y Ject se asombró al ver que su propio hermano lo había traicionado. Cuando Wabes estaba a punto de abrir la caja, Ject se lanzó contra él y le dijo – Traidor, nos traicionaste, ¿por qué? ¡Éramos hermanos!, y te uniste a Makes Llarm, lo planeaste desde que nos conocimos – Pero entonces, Wabes le pego un codazo en la cara y lo dejó tirado en el suelo y abrió la caja y le dijo contento - ¿Te creías tan listo, eh? Pues ahora por culpa tuya tú y tus tontos hermanos morirán. Zombis, ¡mátenlo! – Entonces abrió la puerta y rápidamente, Ject se levantó del suelo, agarró la escopeta y empezó matar a todos los zombis. Recién cuando mató a todos, Wabes se acercó a él y le apuntó con la pistola y habló – Ahora sé todo sobre ustedes, solo me falta saber dónde está la piedra sagrada, ya sabes cuál es, es la piedra que te concede cualquier deseo como que ustedes sean zombis – Ject le dijo que nunca se lo daría y antes de que Wabes dispare, otro disparo se escuchó en la sala, Gegth estaba en la puerta del sótano y le disparó a Wabes. También estaba Daves con la cara paralizada sin entender que sucedía, entonces preguntó su duda – ¿Por qué Wabes te quería disparar? No entiendo nada – Ject le respondió con la forma más fácil de explicar – Desde el principio estaba aliado con Makes Llarm, entonces nos quiso robar toda nuestra identidad y robar la piedra sagrada. Enjaulo 12 zombis en una caja de acero para que cuando estamos durmiendo, el los liberara, nos ha traicionado – Pero de repente, Wabes se levantó del suelo como zombi y mordió a Gegth. Ject sacó su arma pero se había quedado sin balas, y Daves no tenía pistola, entonces no tenían con que defenderse. Los zombis saltaron y se tiraron encima de Daves y lo mordieron. Ject escapó del sótano y fue a buscar la piedra sagrada. Buscó por todos lados, pero no la encontró. Los zombis lo perseguían y estaban muy cerca de él, hasta que se acordó donde la escondió. Entonces fue a su cuarto se fijó debajo de su cama, la agarró y cuando sus hermanos zombi estaban a veinte centímetros de él, Ject dijo – Deseo que mis hermanos vuelvan a ser humanos, deseo que mis hermanos vuelvan a ser humanos, deseo que mis hermanos vuelvan a ser humanos – Lo repitió una y otra vez hasta que la piedra se puso brillante y sus hermanos volvieron a ser humanos, y ya Wabes no era aliado de Makes. - ¿Qué paso? Lo único que recuerdo es que entre al sótano y no recuerdo nada más – Dijo Daves.   – Es una larga historia, luego te la cuento, pero lo malo es que a la piedra sagrada no se le puede pedir ningún deseo más, el apocalipsis nunca terminará – Y todos fueron hermanos de nuevo.







CAPITULO 12:
EL DESPERTAR
Cuando los hermanos volvieron a la normalidad, salieron de la casa a cazar zombis. Todo estaba despejado, ni un zombi había por esa zona, hasta que del cielo calló una gota de sangre. Miraron para arriba y un millón de zombis caían del cielo y también estaban en los techos de las casas tirándose también hacia ellos. Los cuatro dispararon hasta terminar sus balas - ¡Son demasiados, debemos irnos! – gritó Ject y se retiraron. Apenas estaban a un metro de la puerta, los zombis se pusieron delante de ellos evitándoles entrar, los zombis ya eran muchísimos más que 1.001 muertos. De repente Daves se acordó que tenía municiones para las armas y las agarró y se las dio a sus amigos. Mataron a todos los zombis que les interrumpían el paso y entraron. Cuando entraron cerraron la puerta rápidamente con llave y Wabes les dijo – Debemos encontrar el templo de los 1.001 muertos ya, o los zombis nos terminaran matando a todos nosotros, el templo está a veinte kilómetros de aquí – Todos asintieron y salieron disparando a todas partes y entraron al auto. Tuvieron que enfrentar muchos peligros como sacar a unos zombis que se subían al techo del auto o mientras miraban hacia otro lado un par de zombis rompían los vidrios del auto tratando de matarlos. Hasta que de pronto se les agotó la gasolina. Tuvieron que bajar del auto a buscar gasolina. Lo raro era que ningún zombi le quería impedir subir al auto. Entonces le pusieron nafta al auto y fueron al templo. Adentro estaba muy oscuro y había mucha niebla, también una pocas velas dejaban ver, pero en un momento Gegth pisó algo pegajoso y dijo – ¿Qué es esto, qué pisé? Qué asco, espera, algo está creciendo algo de lo que pisé, creo que se que es esto, aquí hay todos huevos que cuando los pisas salen zombis para comernos, de aquí salen todos los zombis, bueno, caminen con cuidado – Entonces todos caminaron con cuidado hasta llegar a un escritorio y una silla que estaba sentada un cadáver, era Joins Corch, alguien que trabajaba en cómo detener un apocalipsis. En el escritorio había una piedra y un papel que decía “Si leéis este pergamino significa que podéis detener el apocalipsis, agarren la piedra que veis en el escritorio y digan la frase “deseo que termine el apocalipsis y todo vuelva a la normalidad”. Entonces cuando iban a agarrar la piedra una mano apareció y la agarró. Era Makes Llarm, y quiso agarrar la piedra para desear que el apocalipsis nunca termine y el sea el rey –. Dame esa piedra ya o tendré que matarte – Dijo Ject y trató de sacársela. Después Makes le respondió – ¿Quieres que te la de? En tus sueños – y lo empujo y Ject cayó encima de los huevos y siete zombis lo atraparon devorando poquito a poquito su panza –. ¡Wabes, sácale la piedra y di las palabras! – Le gritaba Ject antes de morir. Wabes se la sacó y dijo las palabras “Deseo que termine el apocalipsis, deseo que termine el apocalipsis, ¡deseo que termine el apocalipsis!”. Hasta que la piedra se puso brillante y una explosión iluminó el lugar. El apocalipsis había terminado, pero los cuatro hermanos habían muerto. Todo el mundo se preguntaba qué pasaba. Pero en un momento Ject se despertó de su cama, todo era una pesadilla y nada había sucedido en realidad. Todo se trataba de una pesadilla.

                                                           Fin